El título del documental que se le ocurrió a Adolfo Giménez, presidente del comité de empresa, hace referencia a una hermosa metáfora sobre la extraordinaria catarata de Iguazú y sobre como acaba con todo lo que navega por ella.
Los mil ochocientos empleados de la empresa de telecomunicaciones “Sintel”, estaban acostumbrados a la lucha (desgraciadamente habitual), para establecer sus convenios. Hasta que un día se encontraron en “la puta calle”. La fraudulenta venta de la empresa, la falta de interlocutores y la nula respuesta del gobierno les obligó a emprender una acción sin precedentes. Se establecieron en un precario campamento bautizado por ellos mismos como “Campamento de la esperanza”, compuesto por austeras tiendas de campaña y chabolas, en el mismísimo centro financiero de la capital y en plena era del capitalismo globalizador. En total, 187 días con sus noches.
Y allí en el madrileño Paseo de la Castellana estuvo junto a ellos el cineasta catalán Pere Joan Ventura con todo su equipo, rodando más de noventa horas de material. (Entrevista en “El diario de Catalunya”, Diciembre 2002: “La película trata un conflicto que sigue existiendo, que está vivo, y en el que está implicado el Gobierno y una gran empresa, que participa en la propiedad de muchos medios. Las últimas manifestaciones de “Sintel” se están silenciando”). Desarrolló el guión junto a la periodista Georgina Cisquella, y decidieron destinar los beneficios de la película a la asociación de trabajadores de “Sintel”, (gran gesto).
Señalar que "El efecto Iguazú" se llevó un Goya en el 2003 en la categoría "Mejor Película Documental"
De vez en cuando, creemos que viene bien mostrar al espectador un trozo de vida real aunque sea condensada en 90 minutos, más que nada, para recordarnos quiénes y qué somos.
14 agosto 2007
10 agosto 2007
Actores de otro mundo: Daniel Emilfork
Bueno, hoy le toca el turno a uno de esos actores que ha sido verdaderamente difícil de ver, o si queréis llamarlo de otra manera, feo, pero éste fue tanto, que se le otorgó durante mucho tiempo el galardón (no buscado), del "actor más feo del mundo", (se ve que no se acordaron de Michael Berryman). ¡Ah!, pero eso sí, su fealdad fue directamente proporcional a su simpatía.Ya lo habéis visto, hablamos del recientemente desaparecido Daniel Emilfork. Francés de adopción, aunque de origen chileno, nació en San Felipe un 7 de abril de 1924. Hijo de emigrantes judíos rusos, cursó sus estudios en el Liceo de Hombres de su ciudad natal. En Francia se realizó como actor trabajando en casi cien películas, y además, con directores tan importantes como Federico Fellini, Roger Vadim, Roman Polanski o Jeunet y Caro. También hizo teatro y algunas series de televisión. Su primera aparición en la gran pantalla fue en el año 1955 con la película francesa "Futures vedettes". Los rasgos fisonómicos de Daniel Emilfork, al contrario de lo que pudiera parecer, le abrieron muchas puertas dentro de la interpretación, siendo un actor idóneo para realizar "papeles" de vampiros, genios locos, y gente así. Personajes que por otro lado interpretaba magistralmente. Ahora mismo nos acordamos cuando hizo de Krank, su personaje en la película "La ciudad de los niños perdidos", un excéntrico científico atormentado porque no podía soñar.Su interpretación en ésta película fue fantástica, donde además explotaron su inusual cara, sus gestos y sus muecas, hasta que no dieron más de sí. Durante su carrera, hizo tanto primeros como segundos "papeles", aunque predominaron más éstos últimos.
Para finalizar éste breve repaso por su vida, concluiremos detallando que Daniel Emilfork corta de golpe su carrera interpretativa, porque muere el 17 de octubre 2006 en París, por causas naturales.
Para finalizar éste breve repaso por su vida, concluiremos detallando que Daniel Emilfork corta de golpe su carrera interpretativa, porque muere el 17 de octubre 2006 en París, por causas naturales.
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Actores de otro mundo
09 agosto 2007
Esencialmente malas: Tintorera
“Unas vacaciones en una isla tropical, hará que dos turistas mexicanos se las vean con la peor amenaza marina que pudieran imaginar, un tiburón tigre de exageradas proporciones”.
Bien, este es el argumento de este bodrio mexicano. ¡Un saludo a los mexicanos que nos visitan!
Aprovechando el período estival (¡que calor que hace en Alicante por Dios!) hoy sacamos a la palestra una película de escualos asesinos... “Tintorera” (1977), del director mexicano René Cardona Jr. No hace falta decir, porque seguramente lo habréis adivinado, de que se trata de otra copia mala más, nacida de la inspiración de la divina “Tiburón” (1975) de Steven Spielberg. Nada que ver claro. Aquí, la acción se limita a cuatro cutre ataques contados y brevísimos. Puede incluso parecer más una peli de porno “soft” (también mala por supuesto), que otra cosa; porque los dos protagonistas de la cinta Steven y Miguel, cazadores de tiburones (qué casualidad), se tiran buena parte del film de “rollo” con un par de macizas inglesas. Después, los valientes mozos deciden dar muerte al tiburón tigre (como título queda un poco rimbombante, mejor tintorera), responsable de las muertes de los incautos de turno. En fin, para qué. Haceros cargo, si el guión y la trama brillan por su ausencia, la acción es escasa, previsible y bastante irrisoria, y de la interpretación mejor no hablar… ¿Qué se puede salvar del celuloide? Sólo si nos ponéis una pistola en la sien, algunos planos subacuáticos (que triste). Nada, para eso cogeros un episodio de “El Mundo Submarino” de Jacques Cousteau, y saldréis ganando.
Bien, este es el argumento de este bodrio mexicano. ¡Un saludo a los mexicanos que nos visitan!
Aprovechando el período estival (¡que calor que hace en Alicante por Dios!) hoy sacamos a la palestra una película de escualos asesinos... “Tintorera” (1977), del director mexicano René Cardona Jr. No hace falta decir, porque seguramente lo habréis adivinado, de que se trata de otra copia mala más, nacida de la inspiración de la divina “Tiburón” (1975) de Steven Spielberg. Nada que ver claro. Aquí, la acción se limita a cuatro cutre ataques contados y brevísimos. Puede incluso parecer más una peli de porno “soft” (también mala por supuesto), que otra cosa; porque los dos protagonistas de la cinta Steven y Miguel, cazadores de tiburones (qué casualidad), se tiran buena parte del film de “rollo” con un par de macizas inglesas. Después, los valientes mozos deciden dar muerte al tiburón tigre (como título queda un poco rimbombante, mejor tintorera), responsable de las muertes de los incautos de turno. En fin, para qué. Haceros cargo, si el guión y la trama brillan por su ausencia, la acción es escasa, previsible y bastante irrisoria, y de la interpretación mejor no hablar… ¿Qué se puede salvar del celuloide? Sólo si nos ponéis una pistola en la sien, algunos planos subacuáticos (que triste). Nada, para eso cogeros un episodio de “El Mundo Submarino” de Jacques Cousteau, y saldréis ganando.
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Esencialmente malas
El cine a la fresca y en cualquier lugar
Cuando el calor aprieta en estos días de verano (cada vez más por el inexorable cambio climático), y queremos evadir nuestra castigada mente visionando algún estreno, tened en cuenta la atractiva alternativa de ver la peli en cines "descapotados". Detrás del genérico concepto de los cines de verano, existen multitud de variantes, tanto en contenidos como en ubicación. Así, podemos encontrarnos escenarios en principio tan poco propicios para la proyección de un film, como el centro de una ciudad, una plaza de toros, un museo, un parque o la misma playa; con butacas de quita y pon y pantallas hinchables. ¡En un "plis plas" un cine montado!. Y es que en España la oferta de cintas para proyectar al aire libre es muy amplia, desde estrenos veraniegos para "desengrasar" hasta las pelis más "se-sudas" (nunca mejor dicho). Siempre por supuesto, con la diversión como primera premisa. No está nada mal disfrutar del último estreno "arrasa taquillas" sin renunciar a la calidad de imagen y al sonido de siempre, mientras sorbes los chorretes de un cucurucho helado, te bebes un refresco, un tinto de verano o incluso ingieres unas "tapas" en el reciente cine inaugurado en el complejo "Cinequinto" de Dos Hermanas (Sevilla). España tiene desde 1984, el Festival de Cine al Aire Libre de Madrid (Fescinal), hay muchos más, pero éste uno de los cines de verano más importantes, con casi 2000 butacas y dos hermosas pantallas. Su atractivo radica, a parte del espacio al aire libre, en que en ésta edición por ejemplo, hay una mayor presencia de cine español (nos tememos que no lo suficiente), más pelis infantiles y más proyecciones en versión original que es lo suyo. Además desde el año 2000 se organizan encuentros con directores y actores del panorama nacional. En definitiva, una oferta atractiva y a la luz de la Luna, ¿qué más queréis?.
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El intermedio
07 agosto 2007
Una rata de cocina
Tenemos un film de excepción, porque se trata de una de las mejores películas que ha confeccionado los estudios de animación "Pixar". La cinta ha logrado colarse en la lista de los cincuenta mejores films de la historia, que no es poco.
En sí, es buena por varios motivos. El guión es impecable y elaborado, y se ha superado la capacidad visual de las anteriores películas de la casa, mejorado sus logros técnicos. Parece increíble pero es cierto. Además sus alicientes en la historia, rebasan con mucho el ámbito infantil. Los mayores disfrutarán tanto o más que los peques. "Ratatouille" es un juego de palabras con un sabroso plato a base de verduras de la cocina francesa. Como consigue el film transformar una vulgar rata, en un personaje encantador ducho en las artes culinarias, haciendo que la historia no solo interese, sino que suscite además una notable atención en todo momento, es algo verdaderamente a elogiar, y "Ratatouille" lo hace, y muy bien. Una curiosidad es que Ferran Adriá dobla a un comensal bastante "tiquismiquis". En definitiva se trata de otro acierto de la factoría "Pixar", trepidante, inteligente, imaginativo y divertido.
En sí, es buena por varios motivos. El guión es impecable y elaborado, y se ha superado la capacidad visual de las anteriores películas de la casa, mejorado sus logros técnicos. Parece increíble pero es cierto. Además sus alicientes en la historia, rebasan con mucho el ámbito infantil. Los mayores disfrutarán tanto o más que los peques. "Ratatouille" es un juego de palabras con un sabroso plato a base de verduras de la cocina francesa. Como consigue el film transformar una vulgar rata, en un personaje encantador ducho en las artes culinarias, haciendo que la historia no solo interese, sino que suscite además una notable atención en todo momento, es algo verdaderamente a elogiar, y "Ratatouille" lo hace, y muy bien. Una curiosidad es que Ferran Adriá dobla a un comensal bastante "tiquismiquis". En definitiva se trata de otro acierto de la factoría "Pixar", trepidante, inteligente, imaginativo y divertido.
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En cartelera
El director del mes: "filmar es mi vida" Antonioni
Como ya sabréis, el mismo día que Berman muere el director de cine italiano Michelangelo Antonioni en la víspera de los 94 años de edad.
Nacido el 29 de septiembre de 1912 en Ferrara (Italia), y fue también escritor y pintor. En 1985, sufrió un derrame cerebral que le provocó una parálisis parcial, pero que no le impidió gracias a su empeño, seguir trabajando detrás de la cámara. No es de extrañar tal coraje, de una persona que afirmó en una ocasión "Filmar es mi vida".
Antonioni rodó su primer cortometraje, el documental “Gente del Po”, entre 1943 y 1947, luego colaboró en el guión de “Un pilota ritorna”, de Roberto Rossellini, y trabajó como ayudante del director Marcel Carné. Su último trabajo fue “Il filo pericoloso delle cose”, de 2002.
Entre sus filmes más destacados están “Blow up”, de 1966, rodado en Londres con David Hemmings y Vanessa Redgrave, y basado en el cuento "Las babas del diablo", del argentino Julio Cortázar, autor de “Rayuela” piedra angular del género novelístico. Antonioni fue nominado en dos ocasiones a los “Oscar”, y en 1995 se le concedió uno honoraria por su carrera.
Kim Newman, crítico cinematográfico dijo de él que “las mejores películas de Antonioni mostraban el horror de la sociedad italiana de la posguerra, y lo trivial y superficial que el mundo se había convertido". Sin embargo añadió: "las películas son tan maravillosas y la gente que aparece en ellas tan atractiva que no te queda sino sentirte bien y hasta te gustaría alienarte como ellos".
Sirvan éstas palabras para rendir nuestro pequeño homenaje y nombrarlo director del mes en nuestro blog.
Nacido el 29 de septiembre de 1912 en Ferrara (Italia), y fue también escritor y pintor. En 1985, sufrió un derrame cerebral que le provocó una parálisis parcial, pero que no le impidió gracias a su empeño, seguir trabajando detrás de la cámara. No es de extrañar tal coraje, de una persona que afirmó en una ocasión "Filmar es mi vida".
Antonioni rodó su primer cortometraje, el documental “Gente del Po”, entre 1943 y 1947, luego colaboró en el guión de “Un pilota ritorna”, de Roberto Rossellini, y trabajó como ayudante del director Marcel Carné. Su último trabajo fue “Il filo pericoloso delle cose”, de 2002.
Entre sus filmes más destacados están “Blow up”, de 1966, rodado en Londres con David Hemmings y Vanessa Redgrave, y basado en el cuento "Las babas del diablo", del argentino Julio Cortázar, autor de “Rayuela” piedra angular del género novelístico. Antonioni fue nominado en dos ocasiones a los “Oscar”, y en 1995 se le concedió uno honoraria por su carrera.
Kim Newman, crítico cinematográfico dijo de él que “las mejores películas de Antonioni mostraban el horror de la sociedad italiana de la posguerra, y lo trivial y superficial que el mundo se había convertido". Sin embargo añadió: "las películas son tan maravillosas y la gente que aparece en ellas tan atractiva que no te queda sino sentirte bien y hasta te gustaría alienarte como ellos".
Sirvan éstas palabras para rendir nuestro pequeño homenaje y nombrarlo director del mes en nuestro blog.
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El director del mes
03 agosto 2007
De aquí: "En construcción"
“En Construcción” demuestra que el cine puede ser otra cosa diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. En este trabajo casi documental, se vislumbra una clara necesidad de adaptación entre el contenido y la forma.
Su director José Luis Guerin y su equipo, estuvieron tres largos años trabajando en la realización de esta película, en la que se filmaron más de 110 horas de material. La cámara aquí es tan sólo un espejo, una ventana que muestra la vida diaria tal como es, sin artificios. Observa, no juzga ni critica, y ahí está la clave de su éxito. Situada en el barrio chino de Barcelona y protagonizada por actores no profesionales, este relato multilateral es la historia de una mutación, de una transformación que va progresando poco a poco.
Un gran edificio de viviendas es construido a costa de viejas casas que son demolidas. Siguen los trabajos de hombres y máquinas durante la erección del inmueble, alterándose el paisaje urbano y humano de una ciudad en constante evolución. Los comentarios de los vecinos, los obreros, las historias y la problemática del barrio, son de una cotidianeidad exagerada.A destacar el atrevido plano fijo, en el que un anciano indigente, fruto de lo que acontece ante sus ojos, sostiene largo rato la mirada ante la cámara. Genial, a la vez que desolador. Comentaros también que muchos han acusado injustamente a nuestro paisano Adán Aliga y a su premiada película "La casa de mi abuela" de copia de "En construcción". No tienen nada que ver la una con la otra, y sabemos de buena tinta, que si se asemejan en algo, es por mera casualidad.
“En construcción” es una gran obra, única y realmente incatalogable.
Su director José Luis Guerin y su equipo, estuvieron tres largos años trabajando en la realización de esta película, en la que se filmaron más de 110 horas de material. La cámara aquí es tan sólo un espejo, una ventana que muestra la vida diaria tal como es, sin artificios. Observa, no juzga ni critica, y ahí está la clave de su éxito. Situada en el barrio chino de Barcelona y protagonizada por actores no profesionales, este relato multilateral es la historia de una mutación, de una transformación que va progresando poco a poco.
Un gran edificio de viviendas es construido a costa de viejas casas que son demolidas. Siguen los trabajos de hombres y máquinas durante la erección del inmueble, alterándose el paisaje urbano y humano de una ciudad en constante evolución. Los comentarios de los vecinos, los obreros, las historias y la problemática del barrio, son de una cotidianeidad exagerada.A destacar el atrevido plano fijo, en el que un anciano indigente, fruto de lo que acontece ante sus ojos, sostiene largo rato la mirada ante la cámara. Genial, a la vez que desolador. Comentaros también que muchos han acusado injustamente a nuestro paisano Adán Aliga y a su premiada película "La casa de mi abuela" de copia de "En construcción". No tienen nada que ver la una con la otra, y sabemos de buena tinta, que si se asemejan en algo, es por mera casualidad.
“En construcción” es una gran obra, única y realmente incatalogable.
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De aquí
Parecidos razonables
Smithers, “el lameculos” del Señor Burns vs. el Sr. Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid.
Por supuesto que el parecido es solo externo, y no interno, porque Gallardón no tiene un Sr. Burns… ¿?.
Por supuesto que el parecido es solo externo, y no interno, porque Gallardón no tiene un Sr. Burns… ¿?.
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Parecidos razonables
02 agosto 2007
Hamburguesas con “M”ierda
Eric Schlosser se ha preocupado en su ensayo, de que todos sepamos lo que es una hamburguesa, la comida basura y las consecuencias que pueden acarrear su habitual consumo. Pero ahora es el cineasta Richard Linklater el que nos cuenta esto en su película "Fast Food Nation". Un ejecutivo de marketing de la poderosa empresa de comida basura Mickey´s (esa “M”, esa “M” ¿dónde he visto yo esa “M”?) desciende a la auténtica realidad de los productos que usa su empresa para elaborar. Nada menos que se da cuenta de que sus jugosas hamburguesas de carne picada contienen a parte de más grasa que las caderas de una morsa, auténtica y genuina materia fecal (mierda vamos…); que las costumbres higiénicas de sus empleados parecen aleccionadas en los albores de una pocilga y que además la mayoría tienen menos papeles que la libreta del bloc de notas del Windows. En fin, no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que el cuadro resultante es lamentable, y asesta un duro golpe en el hígado corporativo de la alimentación. Solo resaltar que la peli, aunque toca un tema ya abordado en alguna que otra ocasión, está repleto de curiosos cameos como el de Avril Lavigne o Bruce Willis y además, presume de abanderar un activismo político apto para menores. ¿Hace una doble Wopper con queso en un Mc Mickey´s? Éste no sale en la película pero queda bien aquí.
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