Hoy desempolvamos esta genial y delirante película de Terry Gilliam. Único miembro norteamericano de los británicos Monty Python y talentoso dibujante, se desvinculó de su obra anterior con esta película, en aras de una enérgica apuesta por el derroche imaginario y el expresionismo conceptual. Brazil (1985) es su obra más personal y ambiciosa. Se comenta, que tras el estreno, incluso hubo quien le recomendó que cambiara de "camello".
El film retrata una sociedad, desilusionada, casi esclavizada y encharcada en un oscuro y pesado sistema donde apenas queda tiempo para el desahogo pero con una mezcla de humor cruel y colindante sarcasmo. Una gigantesca maquinaria burocrática que mueve una anti-utopía opresiva y deshumanizada, hundida por la ineficiencia y amenazada por el terrorismo. Esta película trata diversos y complejos temas que son aderezados con una mezcla de humor cruel y colindante sarcasmo, retratando una sociedad desilusionada, casi esclavizada y encharcada en un oscuro y pesado sistema donde apenas queda tiempo para el desahogo. Una gigantesca maquinaria burocrática que mueve una anti-utopía opresiva y deshumanizada; hundida por la ineficiencia y amenazada por el terrorismo.
Pobre de aquel que se le ocurra contratar a un técnico calefactor, sin cumplimentar el impreso 27B/6.
La historia, situada en algún lugar en el siglo XX, se desarrolla en una atmósfera salpicada de elementos referentes a distintas épocas de dicho siglo, contribuyendo con ello a crear un ambiente irreal. Por ejemplo, los ordenadores están construidos a partir de una máquina de escribir, un pequeño tubo de rayos catódicos y una lente fresnel.
Un error en un apellido debido a una mosca caída en la cabeza de un teletipo provoca la detención de un pobre inocente, nadie quiere hacerse cargo del angustioso papeleo excepto el bienintencionado Lowry (Jonathan Pryce). Tanto su implicación en ese error burocrático, como su obsesión por la mujer de su vida y los contactos con un técnico calefactor clandestino (Robert De Niro), complican la vida a Lowry hasta tal punto, que pasa a ser considerado una amenaza para el sistema.
Como curiosidad, cabe destacar el evidente homenaje a "El Acorazado Potemkin", en la escena del tiroteo que se produce en el vestíbulo del Ministerio de Obtención de Información.
Obtuvo dos nominaciones a los Oscar, a la mejor dirección artística y al mejor guión original y fue elegida la película del año 1985, por la Asociación de Críticos de Los Ángeles (LAFCA) entre otros reconocimientos, a pesar de que contó con una reducida distribución y serios problemas en la postproducción que originaron el primero de los múltiples desacuerdos que el director tuvo con sus productores, y que los llevó a un conflicto resuelto por vía judicial.
Bazil es, en definitiva, uno de esos filmes que mejor encajan en el Cine de Culto.
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