
Consultando su biografía, nos damos cuenta de que Jess Franco ha hecho mucho por el cine, innovando, saltándose las reglas establecidas, arriesgando, provocando y haciendo en definitiva lo que le ha dado la gana, a pesar de que en nuestro país, la obra cinematográfica de nuestro incomprendido Jesús Franco tiene un buen número de detractores que suelen considerarla como la quintaesencia del cine casposo: pobre, cutre, tosco y reiterativo. La aspereza visual de buena parte de sus trabajos parece darles la razón, pero sólo en apariencia. Frente a ellos, un cada vez más nutrido culto franquiano internacional estudia minuciosamente sus trabajos, recorridos por un espíritu libertario e iconoclasta que parece deberle tanto al Marqués de Sade como al Manuel Vázquez de los tebeos de Bruguera. En fin, que para gustos los colores y que si algo tenemos claro, es que su abultada filmografía no ha pasado inadvertida para los entendidos, tanto para bien como para mal. Como casi todo en ésta vida se nos plantea una disyuntiva, ¿casposo o genio?. Vosotros tenéis la palabra...
Pero mientras lo pensáis, hacemos un gráfico repaso de su obra y repercusión en el cine, con este magnífico documental; por cierto, avisamos que el contenido del mismo no es apto para menores de 18 años.